- Disponibilidad, soberanía alimentaria, autonomía, intereses económicos, consumo, neoliberalismo, paisaje alimentario, política pública: elementos fundamentales para entender la situación de obesidad que vive la población.
“Controla el petróleo y controlarás naciones, controla los alimentos y controlarás los pueblos…” así abrió el foro la Dra. Marissabel Casas Marroquín, directora general de La Clínica del Pueblo, e integrante de la Campaña Oaxaca sin Chatarra, quien moderó el Foro y reflexionó con motivo del Día Mundial contra la Obesida, señalando la indignación que le produjo al leerla, así como la tristeza por el control alimentario que vivimos como sociedad, pues en su opinión, nos enfrentamos en una guerra contra una industria ya que “hoy estamos ante un problema de mala nutrición, desde la desnutrición hasta la obesidad, porque en lugar de siembra hay laboratorios, porque en lugar de cocina hay industria que no nos da alimentos, más bien nos da ingredientes, y estos ingredientes nos ocasionan adicción y procuran el lucro”, enfatizó para dar pie a la participación de las panelistas invitadas.


A continuación, presentamos los temas que las diferentes ponentes pusieron en la mesa:
Melisa Delgado, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Anáhuac, mencionó que en México el problema de la obesidad y el sobrepeso ha ido incrementando con los años, en la última Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT) que se realizó en 2022-2023, se reportó que casi más del 75% de las personas viven con obesidad o sobrepeso, y Oaxaca no es la excepción. En Oaxaca los reportes que existen van con la media nacional del 75% en sobrepeso y obesidad, teniendo un mayor caso de obesidad que de sobrepeso, asimismo el aumento de la mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles ha aumentado en un 140%. Añadió que vivimos una transición alimentaria debido a que se tiene una mayor accesibilidad a alimentos ultraprocesados que van desplazando la dieta natural que antes se acostumbraba a tener en Oaxaca. Esto ha llevado a un aumento de estas enfermedades, siendo reportadas como las principales causas de muerte, enfermedades cardiovasculares, diabetes y tumores, que también están muy asociados con el estado nutricional de las personas.
Gabriela Linares Sosa, integrante de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez, reafirmó que, efectivamente, lo que comemos nos enferma, cuando se consumen alimentos ultraprocesados, como consecuencia del cambio en la forma de alimentarnos y la producción de los alimentos, con paquetes tecnológicos, con fertilizantes, con agroquímicos, las semillas mejoradas, las semillas híbridas, y muchos otros elementos no naturales que llegan a las mesas, que están llegando en las ayudas alimentarias en las escuelas. Ante ello resaltó la importancia del concepto de soberanía alimentaria frente al de seguridad alimentaria, por el cual este último se refiere simplemente a que se garantice contar con alimentos en la mesa de las personas, mientras que la soberanía alimentaria se refiere a que las comunidades tengan la capacidad de producir lo que consumen, y decidir como consumidores, como personas que diariamente nos alimentamos, decidir qué consumimos, pero no solamente decidir sino también la posibilidad de poder producir los alimentos de manera sana y que esos alimentos puedan llegar a las mesas de las familias. Al finalizar su participación, Gabriela Linares resaltó la importancia del sistema MILPA, que es la base de la alimentación de los mexicanos y oaxaqueños, y que tiene que ver con una diversidad de alimentos que están implícitos en la siembra de maíz, que no solamente es el frijol, la calabaza, o el mismo maíz, sino toda la diversidad de estos tres alimentos tan importantes y los contenidos nutricionales que tienen.
Charlynne Curiel, investigadora y docente en el área de antropología de la Universidad Autónoma Benito Juárez, mencionó que a veces perdemos de vista que esta transición alimentaria es producto no solo de los efectos que ha tenido el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá desde 1994, que implicó que en México se haya prácticamente prohibido que el Estado se hiciera cargo de subsidiar al sector campesino, sino que también en el marco del neoliberalismo, el efecto de que los estilos de vida se han alterado a tal suerte que las personas ya no tienen tiempo de cocinar, mucho menos en las ciudades, y mucho menos con el imperativo de tener que trabajar para sobrevivir, dedicando muchas horas diarias al empleo remunerado, al trabajo de cuidados, y que entonces esta transición alimentaria, si bien es producto de una sobreexposición y sobre acceso a productos ultraprocesados, también tiene mucho que ver con el tipo de vida que sobre todo en las ciudades estamos teniendo y que nos deja cada vez menos tiempo y menos acceso a productos que no sean estos productos de la agroindustria. Enfatizó que no comemos lo que queremos, comemos lo que podemos comer, y sobre todo los sectores populares y las clases que sufren más desventajas sociales, que justo cuando llegan a su colonia lo único que tienen son OXXOs en las esquinas, en donde no hay mercados con fruta y verdura fresca, ese panorama ha cambiado, entonces evidentemente las elecciones alimentarias que hacen las personas no son elecciones individuales, son elecciones que están muy configuradas por condiciones mucho más amplias que tienen que ver con lo que en la antropología de la alimentación es conocido como el paisaje alimentario.
Beatriz Picazo Pérez, con 32 años de servicio en la educación preescolar, integrante de la Sección XXII y de la comunidad educativa Doña Josefa Ortiz de Domínguez ubicado en la Villa de Zaachila, compartió su opinión resaltando a la educación como un espacio territorial muy importante para formar una cultura de la alimentación sana y nutritiva, enfocándola desde su experiencia en los procesos de sensibilización y concentración por una alimentación sana y nutritiva en su comunidad educativa. De esta forma mencionó que desde 1981, en los programas de preescolar ya aparecía el contenido sobre la alimentación, establecido como una receta que se debía cumplir, sin el más mínimo grado de consciencia, pues a pesar de ello se permitía que en las escuelas se vendieran productos chatarra. Para la Mtra. Picazo, fue en el contexto de los movimientos magisteriales de 2006 y 2015 que maestros y maestras pudieron adentrarse a interpretar de manera más crítica la realidad, con énfasis en la realidad de cómo niños y niñas en edad preescolar, de 3 a 5 años, constantemente se enfermaban del estómago. Como colectivo decidieron emprender proyectos escolares relacionados a la influencia de la alimentación en el rendimiento escolar, logrando concluir que una de las causas es por las desigualdades económicas, la pobreza de las familias que no tienen recursos económicos para producir u obtener alimentos por el alza de los precios en la canasta básica, la falta de una cultura consciente y educación integral que no retoma el sistema educativo mexicano, y que el fomento de la alimentación sana y nutritiva tenga que ser un pilar para el proceso de formación en los estudiantes.
Julieta Ponce, nutricionista de COA Nutrición e Integrante de la Alianza por la Salud Alimentaria, mencionó la pertinencia de alzar la voz para responder a la coyuntura política desde la alimentación, colocando en el centro del análisis el consumo, pues la alimentación es un proceso tan personal, tan íntimo, que es importante hacer esta alusión a lo que podría ser en este momento el consumo. En referencia a ello mencionó que desafortunadamente hasta la fecha el mercado es quien ofrece, quien hasta ahorita toma las riendas de la alimentación porque se ha convertido el alimento en una mercancía, pero también es momento de responder qué podrían ser las decisiones de consumo. Sin embargo, cuando se habla de las decisiones de consumo, se habla de la autonomía, de comer o no comer; y aquí hizo una alerta ante una falsa libertad, pues hay una falta de autonomía. Cuando no hay alternativas saludables, no es posible decir que hay una autonomía real. Si no hay las alternativas para decidir entre lo saludable, se puede decir que está coartada la libertad. Así se tiene que esa libertad es coartada por el espacio, los precios, la publicidad, la moda, la mercadotecnia, la presión social. Para continuar su argumento, Julieta Ponce mencionó sobre la filosofía que tienen las tiendas para no solamente plantarse en el territorio con una estructura de fierros, de cemento y tabiques, sino que su filosofía es estar tan cerca de la gente, y se preguntó: ¿Cuándo llegaremos a una política de alimentación en México que diga, queremos estar a 8 minutos de que la gente pueda obtener las calabazas, los tomates, los nopales, los frijoles? Entonces, reflexionó, que cuando se habla de disponibilidad, es importante hablar que falta esa infraestructura para poder avanzar en la disponibilidad de los alimentos. Entonces, concluyó, es la disponibilidad lo que define el consumo. Por último, manifestó al propio cuerpo humano como jurisdicción personal, el territorio desde el que se puede empezar a ejercer los derechos.
Para cerrar el panel Katie McDonald, doctora en Inglaterra, especializada en salud pública, compartió su experiencia, afirmando que la obesidad también es ya un problema de salud pública en su país, inició comentado que su experiencia profesional en el tema fue durante la primera ola de la pandemia de COVID-19, al trabajar en uno de los primeros hospitales en recibir pacientes con síntomas respiratorios, empezó a anotar patrones en quienes eran admitidos para cuidados intensivos y, tristemente, quienes no lo lograban. Allí se dio cuenta que no era solamente la edad que predecía una enfermedad severa. Había problemas de salud latentes que se mostraban una y otra vez, como la diabetes, la insuficiencia renal y las condiciones respiratorias, entonces observó la delgada línea delgada que existe entre obesidad y los problemas de salud. La pandemia le mostró que la obesidad es un problema de salud pública muy crítico. Ahora sabe con certeza que el sobrepeso y las condiciones como la diabetes incrementan el riesgo de enfermedades severas o la muerte por COVID. Observando a esos pacientes en el hospital, comenzó a pensar cómo prevenir, no solo la pandemia, sino la obesidad, puesto que no es solamente un problema individual, sino es un problema social, político y del ambiente. Entendió entonces que cuando se habla sobre obesidad, es un tema muy complejo. Que no solo significa lo que se elige comer y no hacer suficiente ejercicio. Es sobre una red de factores que incluyen educación, disponibilidad, y el costo de los alimentos y mercado. Culminó su participación comentando que, en Inglaterra, tienen un impuesto que ha motivado a las empresas productoras de bebidas a reformular sus productos, ofreciendo alternativas con menos azúcar.
Al terminar las participaciones se abrió un diálogo con el público presente quien sumo experiencias desde espacios escolares, asambleas comunitarias, madres de familia y organizaciones de la sociedad civil. Para cerrar el Foro, la Dra. Marissabel Casas concluyó que durante las distintas participaciones se habló de las limitaciones a la libertad, de cómo reinterpretar cuando tenemos un derecho a algo, y que debiéramos aceptar que estamos viviendo tiempos y un territorio donde sólo con un acto político podemos hacer la búsqueda de derechos, pues no basta que se tengan por escrito. Este acto político permanente donde no sólo los profesionales en salud tienen el poder, porque se tiene la concepción de que lo que dicen los médicos es casi religión y, sentenció: ¡ya basta de eso!, pues hay muchas cosas en las que el personal de salud no está formado. Por ello la importancia de buscar información en espacios como este foro donde la experiencia y la acción va de un lado para otro, desde lo que vive la comunidad, en los niños en las escuelas, los padres de familia tomando decisiones en ellas.
El Foro fue convocado por la Clínica Hospital del Pueblo “Anna Seethaler” A. C. y la Campaña #OaxacaSinChatarra para conversar sobre la alimentación en el marco del Día Mundial contra la Obesidad.

Para mayor información:
Video del Foro: https://www.facebook.com/share/v/1EHFd89neS/?mibextid=wwXIfr
Correo: comunicación.social@clinicadelpueblo.org.mx y oaxacasinchatarra@gmail.com
Youtube: https://www.youtube.com/@oaxacasinchatarra9089
Souncloud: https://soundcloud.com/oaxaca-sin-chatarra