En el marco del Día Internacional de la Juventudes, el 12 de agosto, es esencial reconocer que las juventudes de Oaxaca merecen y tienen derecho a un presente y futuro laboral justo y seguro que garanticen su autonomía económica, desarrollo integral y vivir con libertad y plenitud. Sin embargo, la situación actual está lejos de cumplir con esas condiciones. Según el INEGI, más del 40% de las juventudes en Oaxaca se encuentran atrapadas en empleos informales, lo que las priva de derechos fundamentales como la seguridad social, salarios dignos y condiciones laborales seguras. Esta precariedad laboral no solo vulnera sus derechos, sino que perpetúa la desigualdad y limita sus oportunidades de desarrollo integral.
Las juventudes de Oaxaca no son simplemente el futuro, sino el presente de nuestra sociedad. Un entorno laboral igualitario y seguro no solo promueve su bienestar, sino que también fortalece el tejido social y contribuye a un desarrollo más justo y sostenible para todo el estado.
Desde Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, hacemos un llamado urgente a todas las autoridades estatales, a las instituciones responsables de garantizar trabajo digno, así como a los particulares y empleadores que contratan a estas juventudes, para que se comprometan con la creación de empleos dignos; deben ser trabajos que no solo satisfagan las necesidades económicas, sino que también garanticen seguridad social y prestaciones como seguro médico, salarios y horarios justos, condiciones laborales seguras, libres de violencia, sin acoso ni hostigamiento sexual, que ofrezca oportunidades reales de crecimiento personal y profesional, con perspectiva de género e inclusivos, sin exigencias de experiencia previa excesiva, que respeten y protejan los derechos de todas las juventudes oaxaqueñas. Este compromiso debe reflejarse en acciones concretas que permitan a las juventudes acceder a un empleo.
Es crucial entender que la inclusión laboral de las juventudes no es solo un desafío del presente, sino un tema que impacta directamente en su futuro. Crear un entorno económico con suficiente crecimiento y actividad para garantizar la creación de empleos y asegurar prestaciones laborales no es solo necesario, es urgente. La falta de empleo y la precariedad laboral entre las juventudes tiene consecuencias a largo plazo, afectando su salud, seguridad económica y capacidad de sostener sus vidas de manera digna.
Exigimos al gobierno de Oaxaca que implemente políticas públicas integrales que no estén marcadas por perspectivas adultocéntricas. Es fundamental que las juventudes sean reconocidas y activamente incluidas en la creación de estas políticas, ya que solo a través de su participación directa se pueden abordar realmente sus necesidades y aspiraciones. No queremos que se limiten a ofrecer apoyos asistencialistas; las juventudes de Oaxaca no desean vivir de becas, sino tener acceso a empleos dignos y oportunidades reales de desarrollo integral.
Oaxaca es un estado multicultural, donde la diversidad de lenguas, culturas y contextos debe ser un punto central en la creación de las políticas laborales. No podemos hablar únicamente de empleos en oficina destinados a una población con título universitario, que viven en ciudades y que hablan español. Es fundamental reconocer y valorar la diversidad de trayectorias y contextos en los que las juventudes se desarrollan, incluyendo trabajos en comunidades rurales, en el ámbito artesanal, y en otros sectores que también contribuyen al desarrollo del estado y les corresponden pagos justos para hacer valer sus derechos. Es momento de que las juventudes sean consideradas una prioridad en la agenda de desarrollo del estado, brindándoles el apoyo necesario para construir un futuro más justo, equitativo y sostenible.