- Es prioritario generar mecanismos que garanticen que las políticas públicas nacionales, pero también los acuerdos multilaterales se traduzcan en cambios tangibles en la vida de las mujeres.
- En México y a nivel global es prioritario impulsar narrativas que promuevan cambios en la percepción y prácticas sociales para garantizar el disfrute de la sexualidad y derechos reproductivos.
En el marco de la III Conferencia Ministerial sobre Políticas Exteriores Feministas: Soluciones para un mejor mañana, que se llevó a cabo del 1 a 3 de julio pasado en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la integrante de la Dirección Colegiada de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, Oaxaca, A.C., Elizabeth Mosqueda Rivera participó en diversos eventos en los que puntualizó la importancia de priorizar derechos sexuales y reproductivos en la Política Exterior Feminista (PEF).
En este contexto, el día 2 de julio se celebró el evento paralelo “Hacia una Política Exterior Feminista en América Latina y el Caribe”, organizado por la Red Mexicana de Política Exterior Feminista (RMPEF), de la cual Consorcio Oaxaca forma parte. La RMPEF está integrada por más de 10 organizaciones con trabajo a nivel nacional e internacional.
El evento buscó generar un espacio de diálogo horizontal, incluyente y multiactor para reflexionar sobre: qué hace que una política exterior sea «feminista». El evento se centró en el abordaje de problemáticas prioritarias para la agenda PEF en la región: la justicia fiscal feminista, los derechos sexuales y reproductivos y el acceso a la justicia.
Durante el evento, las participantes puntualizaron que no existe una definición consensuada sobre qué es una PEF, pero sí ideas dominantes que deben ser analizadas, politizadas y reevaluadas. Al respecto se enfatizó que los países que se nombran desde el Sur Global deben promover una PEF que busque desmantelar las opresiones estructurales, las cuales han sido históricamente construidas mediante procesos coloniales. Reafirmaron que no existen conceptos universales y que hay diversas formas de entender el mundo que deben ser incluidas, mediante un diálogo horizontal, inclusivo e intercultural.
Al respecto y en el marco de su participación en el evento, Elizabeth Mosqueda Rivera puntualizó que uno de los retos principales para la PEF es garantizar que los avances en materia legislativa a nivel local pero también en el ámbito multilateral se materialicen en cambios tangibles en la vida de las mujeres y en su acceso real a la atención y los servicios que garanticen estos derechos particularmente en materia de DSYR.
En este contexto se llevaron a cabo también otras reuniones que ponían en el centro la perspectiva de la sociedad civil y sus prioridades para garantizar una PEF efectiva. En este marco se celebró una reunión entrela la Comisaria Europea de Igualdad de la Unión Europea, Helena Dalli y representantes de la sociedad civil mexicana que trabajan sobre temas de igualdad de género, erradicación de la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas, así como derechos reproductivos, población LGBTIQ+ y personas con discapacidad. En este contexto la integrante de la Dirección Colegiada de Consorcio Oaxaca señaló que en México pero también a nivel global resulta prioritario impulsar narrativas que promuevan cambios en la percepción y prácticas sociales para garantizar el disfrute de la sexualidad y derechos reproductivos.
La polítca exterior feminista, es un conjunto de principios que buscan orientar las acciones gubernamentales para reducir y eliminar las diferencias estructurales, brechas y desigualdades de género con el fin de construir sociedades más justas, hace transversal el enfoque de derechos humanos, la perspectiva de género y la interseccionalidad en todas las áreas de la política exterior mexicana. Fue adoptada en el año 2020, haciendo así a México el primer país en Latinoamérica y el Caribe en hacerlo.
Es la primera vez que se celebra en un país del Sur Global. Las ediciones anteriores fueron en Alemania (2022) y Países Bajos (2023). Destacó que México fue el primer país de América Latina y el Caribe en adoptar la política exterior feminista en el año el 2020.
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