Hoy 25 de noviembre de 2024, las mujeres oaxaqueñas hemos salido a las calles, estas que son nuestras calles, para expresar nuestra indignación ante los feminicidios, desapariciones de mujeres y niñas; denunciamos todas las violencias que vivimos a diario en cada uno de los espacios que habitamos. El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, es un llamado a la acción global para combatir este problema estructural ¡Y por eso estamos aquí nuevamente!
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, no solo recordamos la valentía de las hermanas Mirabal, asesinadas por luchar contra la opresión en 1960, sino también a todas las mujeres que en nuestros días siguen enfrentando discriminación y todo tipo de violencias, hoy, millones de mujeres están desaparecidas, otras viven silenciadas, ignoradas, discriminadas o incluso revictimizadas.
En las semanas previas, el repunte de la violencia feminicida en Oaxaca ha sido evidente con casos como el doble feminicidio de las hermanas Virginia y Adriana Ortiz García, indígenas triquis asesinadas en la puerta de su casa; los feminicidios de Judith Vianney Toledo Santos de 29 años, quien desapareció al salir de su trabajo de enfermera en el Hospital del ISSSTE “Presidente Juárez”; y en la Cuenca el de Soledad C.G., de 20 años, localizada sin vida cinco días después de ser reportada como desaparecida.
De mencionarlas a todas, no pararíamos… nos duele y aterra esta realidad. Con esta acción manifestamos contundemente que, las mujeres de Oaxaca unidas y organizadas recordamos y honramos a todas aquellas -mujeres, jóvenes y niñas- que han sido víctimas de violencia de género y reafirmamos nuestro compromiso colectivo en la lucha por erradicarla, en esta fecha como todos los años desde 1999, levantamos la voz, para decir ¡YA BASTA A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN TODAS SUS FORMAS: física, psicológica, económica, sexual, política y digital!
Acuerpadas con la potencia que tiene la barricada en la memoria de la organización y participación social en Oaxaca, denunciamos la omisión e impunidad del Estado, mismas que el gobierno de Salomón Jara Cruz continúa perpetuando. Nada ha cambiado, aquella alerta de género que se decretó en el 2018 ante la gravedad de la situación, continúa siendo una mera simulación, que en lugar de traducirse en acciones estratégicas para atender y sancionar a quienes nos violentan, atestigua cómo se sostienen cifras dolorosas de feminicidos en toda la entidad. Más de 209 desde el 1 de diciembre del 2022.
En lo que va del actual sexenio morenista, tenemos registradas 708 compañeras desaparecidas, de las que no hay avances en las investigaciones ni un mecanismo eficiente de búsqueda que deje de encubrir criminales. Por ello el día de hoy repudiamos la evidente ineptitud de los funcionarios de gobierno y sus instituciones para garantizar la vida de las mujeres en el estado y el acceso a la justicia de quienes viven las violencias más atroces, dejando en el desamparo a sus familias. No hay justicia ni verdad, pues el mismo sistema encargado de procurarla e impartirla nos falla constantemente.
Al Fiscal General de Oaxaca, José Bernardo Rodríguez Alamilla, le exigimos que cumpla con su mandato de garantizar la procuración de justicia pronta y eficazmente para todas las mujeres en situación de violencia, quienes enfrentándose a las fallas del sistema, se a treven a denunciar y les siguen quedando en deuda ¡Basta de impunidad!
Rechazamos las acciones ineficientes de Anahí Sarmiento Pérez, titular de la Secretaria de las Mujeres del Estado de Oaxaca; mientras está en jornadas con pomposos trajes morados para cumplir con las fotos, a las mujeres del estado nos están matando y desapareciendo.
Las que integramos la red de Mujeres Oaxaqueñas Tejiendo Comunidad exijimos al Gobierno del Oaxaca, la presentación con vida de la defensora de derechos humanos Sandra Dominguez Cruz, mujer indígena ayuuk quien desapareció desde el 4 de octubre de este año. Su familia lleva más de 50 días realizando acciones contundentes en su búsqueda, recibiendo como respuesta únicamente la indolencia, falta de voluntad política de las y los funcionarios a cargo de responder, con todo y la mira mediática y de instancias internacionales sobre ellos: Flor Estela Morales, Héctor Eduardo Vila Ortíz y el propio Salomón Jara.
Si no pueden con el trabajo ¡RENUNCIEN!
Las mujeres en Oaxaca no estamos dispuestas a que la corrupción, la indiferencia institucional, la complicidad del Estado con los agresores y su actuar omiso nos silencie ni detenga. Construimos esta barricada juntas, como símbolo de la construción de tejido que hacemos día a día, para abrazarnos ante el desasosiego del contexto actual; convencidas de que tarde o temprano vamos a tumbar al sistema patriarcal.
Desde nuestra rabia digna, demandamos a los gobiernos, instituciones, organizaciones y a cada individuo para que asuman su responsabilidad en la construcción de entornos seguros para las mujeres. Esto implica promover políticas de prevención, ofrecer atención integral a las víctimas, capacitar en perspectiva de género, cesar a funcionarios que hayan ejercido violencia en contra de mujeres y garantizar el acceso a la justicia ¡Alto al pacto patriarcal!
Condenamos las violencias basadas en el género, aquellas que no reconocen ni respetan las identidades diversas que rompen con las estructuras binarias impuesas y quienes -por ello-, también les lascera la violencia feminicida día a día, por estos motivos y más decimos que no dejaremos de organizarnos y accionar colectivamente hasta que todas las mujeres y niñas del estado tengamos una vida libre de violencia. ¡Ni un feminicidio más!
Hacemos un llamado a la organización y lucha independiente de las mujeres para romper con el sistema patriarcal que nos oprime cada día.
Exigimos la presentación con vida de nuestras hermanas desaparecidas.
Exigimos alto a los feminicidios. Justicia y no más impunidad para las que ya no están.
¡Por nuestra dignidad y justicia!
¡Vivas nos queremos!
