- Las ponentes, Francys Valdivia y Wendy Flores, ambas abogadas y defensoras de derechos humanos, han formado parte activa del movimiento por la defensa de los derechos humanos en su país y han sido sujetas de criminalización, persecución política y obligadas a abandonar su territorio.
- Según la Organización Internacional de las Migraciones, de enero a septiembre de 2020, la oficina del Instituto Nacional de Migración en Oaxaca registró la entrada de 1,734 personas.
Con la finalidad de visibilizar las circunstancias a las que se enfrentan las poblaciones migrantes nicaragüenses en su tránsito por Oaxaca, debido a la violencia política ejercida por el Estado de Nicaragua, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad llevó a cabo el Conversatorio: Nicaragua a Cinco Años de la Violencia Política- Desplazamiento Forzado y Migración Nicaragüense.
La defensora de derechos humanos e integrante de Consorcio Oaxaca, Bellanira López Sánchez, detalló que esta actividad busca dar voz a quienes han estado fuera de Nicaragua desde el año 2018 derivado de la represión del régimen del Presidente Daniel Ortega y de Rosario Murillo, la cual ha orillando a defensores y defensoras a abandonar el territorio.
En ese contexto, presentó a la abogada nicaragüense, defensora de derechos humanos e investigadora de la organización de Migrantes Nicaragüenses en México Francys Valdivia Machado y a la también abogada y defensora del Colectivo “Nicaragua Nunca Más”, radicado en Costa Rica, Wendy Flores. Desde el 2018 ambas han formado parte activa del movimiento por la defensa de los derechos humanos en su país y desde esa época han sido sujetas de criminalización, persecución política y obligadas a abandonar su territorio.
Francis Valdivia explicó que la crisis del trabajo, la ausencia de un sistema de salud pública, el difícil acceso a una educación laica y gratuita, y las crisis políticas en diferentes latitudes del globo han expulsado gradualmente a centenares de personas de su lugar de origen hacia otros países, en busca de mejorar la calidad de vida.
Por ello, abordó la importancia de profundizar en las narrativas que se construyen alrededor de las personas migrantes a través de los discursos que permean en la sociedad, la diversificación de las nacionalidades migrantes y con ello desmontar la idea construida de que Centroamérica es únicamente el triángulo Honduras, El Salvador, Guatemala.
Y subrayó la necesidad de abrir espacios de solidaridad y denuncia, así como parámetros de análisis a profundidad que nos permitan nombrar las violencias que sufren las personas migrantes nicaragüenses en su tránsito por Oaxaca, México. Mencionó la importancia de cuestionarnos ¿a qué se enfrentan las personas migrantes al llegar a México? ¿Quiénes son?, por ejemplo.
En ese contexto -dijo- Chiapas y Oaxaca son los primeros puntos de contacto de los migrantes con el Estado Mexicano. Mencionó que, según la Organización Internacional de las Migraciones, de enero a septiembre de 2020, la oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) de Oaxaca registró 1,734 personas, de las cuales 1,614 eran procedentes de países de Centroamérica, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Por su parte, la abogada Wendy Flores mencionó que las y los nicaragüenses han sido impactados por la represión de múltiples formas: “Se han cancelado más de 2 mil organizaciones en el país, no hay sociedad civil activa que pueda acompañar diferentes procesos en materia de agua, de salud, de prevención de violencia”.
Y denunció: “no hay medios de comunicación independientes ni escritos, porque el Gobierno los allanó, los ocupó y apresó a los periodistas. Más de 120 periodistas han salido al exilio del 2018 a la fecha”.
Asimismo, coincidieron en que Oaxaca se ha convertido en una ciudad de tránsito y destino de migrantes de diversas nacionalidades y existen localizadas en Oaxaca diferentes rutas migratorias, por ello resulta importante profundizar en este problemática internacional.