A las autoridades municipales, estatales y federales
A las organizaciones sociales a nivel estatal y nacionales
A los medios de comunicación
1 de junio de 2015.
Como hace cinco meses, el día de hoy me dirijo hacia ustedes para informar y compartir cuál ha sido el proceso que he vivido desde el 14 de diciembre de 2014, fecha en la que a través de un acto violento fui agredida física, verbal, material y psicológicamente.
En estos hechos mi familia fue directamente afectada, dando como resultado -entre muchas otras cosas- el asesinato de mi hermano Manuel Zepeda Lagunas y del topil Gustavo Estrada Andrade.
Dichas agresiones estuvieron vinculadas a mi labor como defensora de los derechos de las mujeres que viven violencia y a la participación política de las mujeres en Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca.
Esta agresión agudizó el conflicto que por años ha existido en Eloxochitlán, debido al cacicazgo que busca frenar que nuevas personas puedan servir al desarrollo de la comunidad de manera integral.
La falta de garantías para salvaguardar mi vida y la de mi familia derivó en que yo tuviera que salir de la comunidad, y que exigiera a las autoridades estatales acciones inmediatas para resolver el conflicto.
Sin embargo, la dilación, torpeza y omisión de las autoridades estatales me obligó a acudir a organismos nacionales como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal, del cual soy beneficiaria desde el 29 de diciembre de 2014.
Asimismo el 22 de abril del 2015 la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca emitió una Recomendación a las siguientes autoridades estatales: Secretería General de Gobierno, Secretaría de Seguridad Pública; Procuraduría General de Justicia del Estado; a la Secretaría de Salud y al Ayuntamiento de Eloxochitlán.
En ella -entre otras cosas- la Defensoría recomendó: «Generar planes a corto, mediano y largo plazo que permitan restablecer el orden y la paz pública en Eloxochitlán.
Cabe mencionar que durante este tiempo he sido objeto de diversas agresiones en mi contra como ataques de desprestigio, y el desconocimiento de mi labor como defensora de los derechos humanos.
Pese a todo lo vivido, y a la falta de garantías de seguridad para continuar con mi labor como defensora, he decidido regresar a mi comunidad. Hoy más que nunca refrendo mi compromiso para la construcción de la Paz en la comunidad, reconociendo que tiene que ser una apuesta de diversos actores, donde se pondere el bienestar común de todas y todos los integrantes de la comunidad, pues tenemos derecho a vivir en paz, con seguridad y sin miedo.
Hago un llamado público a todos los actores a sumar voluntades por el bien de la comunidad, pues es urgente una convivencia de respeto, en libertad y sin miedo.
Ante ello, hago un llamado a las autoridades municipales, estatales y federales; a las organizaciones sociales y a los medios de comunicación:
- Garantizar de manera eficaz la protección de mi vida e integridad física y emocional, la de mi familia y la de la comunidad.
- Atender de manera integral e inmediata la Recomendación emitida por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
- A las organizaciones sociales para que coadyuven a reconstruir el tejido social desde el ámbito comunitario.
- A los medios de comunicación les invito a estar atentos de la situación en Eloxochitlán de Flores Magón, y de las acciones que podamos emprender a favor de la reconstrucción social y la convivencia armónica en la comunidad.
Atentamente, Elisa Zepeda Lagunas.